domingo, 1 de noviembre de 2009

Un tebeo de lo mas mono

Pues si. Tambien tenia otro chiste facil con la palabra "monada" incluido, si te lo estas preguntando. No es que este especialmente inspirado con eso de los titulos pero aqui lo que cuenta es el contenido (espero) y es intención de un servidor no defraudar en ello, mas que nada porque como acabaré enrollandome, al menos que la cosilla sea legible y minimamente entretenida.

Aprovecho este post para decirles que hoy he estado en un eroski y he visto que tienen mogollon de saldos de Norma rebajados de precio. Aprovechen sus visitas para hacer la compra de la semana o el mes para añadir alguna jugosa adquisición a sus comicotecas privadas ya que son de la epoca en la que la editorial contaba con el fondo de DC Comics y, como el tebeo que vamos a tratar, por tanto de su sello Vertigo.

Hace unos añejos estos mismos saldos se encontraban en sus VIPS mas cercanos y aqui el abajo firmante hizo acopio de todo lo que le podria haber interesado pero los desorbitados precios de la editorial le habian frenado inicialmente. Entre la oferta de procedencia americana de esta editorial, lo mas interesante para mi era el material del subsello Vertigo de DC Comics. No les quiero aburrir mucho pero como entre mis 3 lectores se encuentran gente no muy introducida en esto de los tebeos, permitanme que haga una pequeña introduccion.

DC Comics es la segunda editorial de tebeos mas importante de Estados Unidos. Perteneciente al conglomerado gigante del entretenimiento TimeWarner-AOL (Es propiedad de la Warner desde 1969), cuenta con los derechos de personajes tan conocidos como Batman, Superman, Wonder Woman, Flash ó Green Lantern pero en volumen de ventas ha sido superada desde hace decadas por su directa rival Marvel Comics (propietaria de Spiderman, Iron Man ó X-Men). Al contrario que esta ultima, siempre orientada y centrada en los superheroes, DC Comics siempre ha intentado ofrecer cierta diversidad en sus publicaciones y alentados por el relativo éxito de dos de sus series La Cosa del Pantano y Sandman, en 1993 crearon el sello Vertigo, un rincón aparte de su editorial para material orientado a un publico, en un principio, mas adulto y que suele tomar un riesgo creativo mayor que el grueso superheroil que compone sus ediciones.

Vertigo ha variado mucho desde sus inicios, donde se ofrecian versiones distintas de personajes semi-olvidados del universo DC como podia ser Shade, El Soldado Desconocido o la Doom Patrol hasta en la actualidad donde la variedad temática cubre un amplio espectro desde los comics bélicos (los War Stories de Garth Ennis), fantasia (Fabulas) o la ficción histórica (Northlanders) hasta la ciencia ficción con crítica social (DMZ), el western (Loveless) y la sordida novela negra (Scalped). Evidentemente que todas estas etiquetas que tan gratuitamente he puesto tienen su toque distintivo que aleja a las obras citadas de ser puramente eso (Amantes de la novela negra no me maten si alguna vez leen o han leido Scalped) pero era un intento de demostración al punto al que quería llegar, si es que en algun momento me voy a poner a hablar del tebeo que les queria comentar.

Pocas veces el sello Vertigo ha querido introducirse en el complicado y desagradecido mundo del humor, quizas sabiendo las dificultades que conlleva, como ejemplo de alguno de sus intentos solo me viene a la cabeza aquella simpatiquisima novela gráfica Bigg Time, realizada por Ty Templeton o la fenomenal Why I Hate Saturn de Kyle Baker. Esta obra que nos ocupa es un nuevo intento de lo que hizo famoso a Vertigo en un principio, la recuperación de unos personajes olvidados en clave de comedia.

Angel y el Mono es un duo de detectives de lo mas atípico cuya historia editorial, con el fin de no enrollarme aun mas, podeis buscar por la red de redes que, a buen seguro, esta documentadisima por personas mas expertas que yo. En esta re-presentación se trata de una pilingui de tomo y lomo y un gorila dibujante de comics. Los personajes secundarios que, de haber tenido exito el invento, hubieran aparecido habitualmente en la serie segun se puede ver en esta mini son el detective de policia enamorado de Angel y la diminuta secretaria, en abierto enfrentamiento con Angel.



El motor de la historia es un whodunnit o como se digan esas cosas. Un caso de asesinato de una despendolada modelo que nuestra pizpireta rubia y silencioso primate tienen que resolver con el fin de cobrar y en virtud de la justicia y la verdad. Vamos, que salen sospechosos hasta debajo de las piedras pero Angel, aunque preocupada por la busqueda del modelito perfecto para la boda de una amiga, no debe dejarse enredar ni distraer si quiere encontrar al verdadero culpable.

Seamos sinceros, en tanto en cuanto a una historia de crimen la cosa es bien simple y Howard Chaykin y David Tischman, el duo guionista, no son precisamente Mike Spillane pero cubren bien la papeleta. Nos presentan a los posibles asesinos (un tropelio de gente de lo mas variopinto) y van distribuyendo a lo largo de los 4 numeros de esta serie las distintas pistas que señalaran al verdadero culpable. En este aspecto tampoco es que se luzcan demasiado pero, en mi opinion, tampoco hacen aguas de manera descarada asi que por mi vale.

En cuanto a la parte comica de la historia, afortunadamente para la mente del lector no se centran demasiado en el aspecto de tener un simio de coprotagonista y la comedia reside mas en los personajes secundarios, la propia Angel y un cierto toque erotiquillo que desprenden muchas situaciones (genial el organigrama sobre el caso que dibuja Angel en una pizarra). No es que sea tronchante pero el resultado, una vez mas opinion personal, queda de lo mas simpatico sin tener que ver demasiado el mono de las narices, el cual sinceramente es lo que menos se luce de toda la historia. En este punto quiero comentar que, quizas los guionistas se vieron desbordados por sus propias pretensiones con respecto a la historia, los personajes y sus idiosincrasias y en muchos puntos se quedan un poco a medias. Ya les digo que si todo hubiera quedado mas redondo y equilibrado esto hubiera sido un exitazo tanto de critica como de ventas, ya que el mercado americano cubierto por las 2 grandes estaba y, creo yo, sigue estando muy necesitado de un titulo comico bien hecho de aparicion regular. Una verdadera pena en este sentido.

Centrandonos ahora en el departamento artistico no podian haberlo elegido mejor (gran trabajo del editor). Por un lado tenemos a Arthur Adams, experto y reputadisimo dibujante de simios (de hecho tiene una serie similar de creacion propia) y excelente portadista, que aqui no deja el liston nada bajo. A destacar la portada que incluyo en este post, la del numero 3 que es un flechazo a primera vista de su seguro servidor.

Para las páginas interiores tenemos a Phillip Bond, dibujante ingles bastante influenciado, a mi parecer, por Jamie Hewlett, creador de Tank Girl y miembro integrante, a parte de autor de su estetica, de Gorillaz. Con este referente se pueden imaginar que el tono comico le va como un guante y la historia se aprovecha bastante de ello. Ademas al chico se le ve bastante interesado en mostrar el lado mas pop de la vida de lentejuelas y lujo en el que discurre el caso en cuestión, dandole una imagen muy colorida al resultado. A mi es que Bond me gusta bastante y quizas parte de la puntuacion positiva final se deba a este factor. Una pena que ultimamente no se le vea tanto.

Concluyendo, una rara avis en el sello editorial del que se trata que no llega a entusiasmar del todo pero con los suficientes puntos positivos como para darle una oportunidad, sobre todo si lo encuentras tan barato como lo hice yo. Lo dicho, si la cosa hubiera quedado con mas lustre y se hubiera hecho una posterior serie mensual estoy seguro que nuestra vida seria mas divertida ya que tanto el combo guionista como el dibujante parecian ir cogiendole el tranquillo a la cosa segun se sucedian los numeros y teniendo en cuenta lo dificil que es el genero de la comedia ya es mucho.

2 comentarios:

Javier Arriola dijo...

Solo me he quedado con lo de que en el Eroski tienen los tebeos de Norma de saldo. ¿Qué cosicas tienen? A lo mejor me paso aluego...

Lo demás me lo he saltado, porque ya me lo sé (lo de Vertigo y eso) y el tebeo éste de Angel y el Mono ya lo leí en su día y, la verdad, no recuerdo si me acabó de gustar o no. Ya ves lo mucho que me marcó pues...
Eso sí, Philip Bond me encanta.

Disipated Kid dijo...

Que tio. Con la ilusion que le pongo yo a mis ladrillos, jajajajaja.