miércoles, 4 de noviembre de 2009

Una vida mas fantástica

Cuando un creador se enfrenta a la tarea de escribir los 4 Fantásticos tiene una dificultad extra frente al resto de personajes tan longevos como ellos y es que una serie con un pasado demasiado glorioso, me perdonen el adjetivo. Fue con ellos con los que nacio el concepto del nuevo superheroe y una nueva etapa, que aun no ha acabado de dar sus ultimos coletazos (a sus casi 50 años), de entender el tebeo popular americano, la era Marvel: la hegemonía del superheroe que lleva dominando el mercado norteamericano desde que este cuarteto debutó con su propio titulo (subtitulado La Revista Mas Grande Del Mundo, se puede observar que no se andaban con problemas de estima) allá por principios de los 60. Pero no es eso todo el merito existente en las andanzas de este cuarteto sino la etapa que sus creadores desarrollaron una vez asentaron las bases de lo que sería la serie y, quizas, se encontraron mas agusto en el propio titulo: una etapa que definió las reglas de un genero y que a la vez agotó todas las posibilidades de crecimiento de este, mostrandonos una autentico carrusel de fantasia e imaginación a raudales donde grandes conceptos de ciencia ficcion y personajes deslumbrantes desfilaban sin freno, numero a numero, mes tras mes, durante un largo tramo de la colección. Solo hay que apreciar que los autores que vinieron despues sometieron al cuarteto a culebrones interminables donde las aventuras eran derivativas de esta etapa y se limitaron a profundizar un poco mas en los conceptos mostrados en la epoca dorada de la colección. Eso no quiere decir que los numeros posteriores fueron malos tebeos, mas bien que vivieron a la sombra de aquellos tebeos gloriosos donde cada mes sucedia una historia aun mas interesante y desconcertante que en el anterior.

Mark Millar es un guionista ingles de segunda generación, por decirlo de alguna manera. Tras el desembarco efectuado a mediados de los 80 encabezado por Alan Moore y Neil Gaiman, las editoriales americanas vieron un verdadero filón de escritores de gran calidad que, con un poco de promoción y marketing, eran capaces de batir unos cuantos records de ventas. Mientras que Moore, Gaiman ó Grant Morrison rompian moldes por su propia concepción del medio en el que trabajaban, la segunda oleada de escritores ingleses, llegados a principios de los 90, se encontraron con la obligación de ser rompedores. Llegó el momento de recoger lo sembrado por sus antecesores: si eres ingles, eres un escritor reputadisimo de gran originalidad. Mark Millar es de los recolectores que mejor ha sabido venderse y que, quizas consciente de sus propias limitaciones, ha encontrado una voz propia y una reputación muy alejada de sus ilustres paisanos.

Para empezar, Millar es un escritor de genero. No solamente sus tebeos de superheroes cuentan siempre con un gran exito de publico y, en menor medida, critica sino que las contadas veces que se ha intentado alejar del tema, ha fracasado estrepitosamente. Solo hay que ver su trabajo en la linea que ha dado de comer y ha catapultado a la fama a sus congéneres, la linea Vertigo, es escaso y muy poco aplaudido. Pero quizas la mejor prueba de esto es que sus trabajos de mayor exito fuera de franquicias son tambien de superheroes (al contrario que otros de su "generacion" como Ennis y Ellis que ganaron su fama de buenos guionistas en trabajos tan fuera de ese genero como Predicador y Transmetropolitan, respectivamente).

Segundo, Millar es un escritor de blockbusters. Si Millar lo escribe, esperate ventas gigantescas y espectacularidad al nivel de dichas ventas. No hay mas que ver el trabajo que puso a Millar en el mapa, The Ultimates. Un tebeo que parecia el storyboard de una de estas pelis que tan de moda han estado en esta decada sobre supertipos y que, al menos para mi, dejó una impresion intachable de lo que puede llegar a ser un tebeo de superheroes hecho con ganas e ilusión a estas alturas de la historia. Mas adelante, sin llegar a las cotas de calidad alcanzadas en dicha serie, el guionista ha demostrado que escribe sus historias para dar que hablar a los lectores y que sabe aprovechar el ilimitado potencial para el espectaculo que el medio puede llegar a alcanzar. Vamos, que si quieres leer una historia de interioridades, leete uno de Adrian Tomine.


Y con este bagaje y en la propia idiosincrasia del titulo en cuestión, llegó el británico al titulo madre de Marvel, muy bien acompañado, al menos desde el punto de vista del marketing, por su compinche en The Ultimates, Bryan Hitch. Aqui nos encontramos la ambición del escritor por no desmerecer del pasado de la serie y para ello, y como es habitual en él, sin demasiado pudor, se centra en el lado mas sci-fi del titulo, característica muy desarrollada en la epoca dorada pero muy poco retomada, quizas por no caer en odiosas comparaciones, a lo largo de la trayectoria del titulo. Una iniciativa muy de agradecer ya que, en mi opinion, es un rasgo que diferencia bastante a los 4 Fantasticos del resto de supergrupos que les rodean. Pero Millar es humano y tambien ha tenido que escribir su historia del Dr. Muerte, como todo guionista que pasa por la serie, no se ha podido resistir a jugar con el juguete mas goloso de la misma. Eso si, al modo Millar, sus pretesiones de escribir la quintaesencia de algo le han podido y no es que nos escriba la repera de las historias del Dr. Muerte, es que, bueno, en fin, no les quiero reventar puntos importantes del argumento. Digamoslo asi: la humildad no entra dentro de las virtudes de este hombre.

En cuanto a Bryan Hitch decir que las fechas de entrega le han hecho mella. La publicidad de ver al equipo de The Ultimates fue un arma de doble filo. Por un lado, la gente se espera otra obra rompedora de la que estar hablando por los siglos de los siglos pero por otro, todavia nos acordabamos de las tardanzas entre numero y numero de la segunda parte de aquella serie. ¿Estariamos 6 o 7 meses esperando entre numero y numero de los 4F? Los muy avispados prometieron que cumplirian y que todos los meses habria un numero nuevo en los estantes de las librerias y aunque no se consiguió el objetivo tampoco sucedió un desastre como el del ultimo capitulo de Ultimates 2. Que menos que felicitarles por ello. No obstante, el arte de Hytch se ha visto resentido. Hay numeros, en los que personalmente, me han dolido los ojos mirando segun que viñetas por sus vagos acabados y la premura y el cansancio que se puede deducir de ellos. Aun asi, el dibujante tiene un nivel de calidad y, aun con prisas, eso le situa todavia por encima de la media.

En conjunto ambos realizan aqui un tebeo de superheroes de lo mas entretenido que yo he seguido con interes y que cierran un broche de lo mas majete pero si la intención de Millar era crear una etapa inolvidable o a mi me pilla en una edad poco impresionable o no lo ha conseguido.

PD.: Tambien Millar intenta explorar las personalidades de los personajes y excepto el numero dedicado a Mr. Fantastico, que le quedo muy majete, el resto de visiones que ofrece sobre el resto del cuarteto caen desde lo mánido (la Antorcha Humana, la estrella rockera del superheroismo) a lo insipido (La Cosa enamorado otra vez) sin mencionar lo tocante a la Mujer Invisible, que no queda muy claro si es tonta del culo o una maruja con superpoderes. Seguro que John Byrne esta que trina, jajajajaja.

lunes, 2 de noviembre de 2009

HO YO YO, Dr. Slump ya está aquí.

Santa Hipolita Eufrasia del Sagrado Socorro, que ladrillaco me salió ayer. Prometo moderarme un poco. De hecho hoy estoy bastante cansado asi que abreviare todo lo posible.




Como muchos de vosotros sabreís y si no ya os lo digo yo, con el pretexto del reciente Salón del Manga, ha llegado a nuestras librerias la edición "definitiva" del otro gran clásico del creador de Dragon Ball, Akira Toriyama, Dr. Slump. Joer, es un tebeo de los 80 y ya ahi que catalogarlo de clásico. Que mayor me siento. No obstante, no lo veo una calificación nada gratuita porque, por lo leido en este primer volumen, si el ritmo y la calidad se mantiene es un clásico instantaneo. Una obra tan atemporal y con un mundo tan rico que, eso si, se va construyendo segun transcurre el tebeo, se me antoja una obra redondisima. Destinada a un publico infantil, el invento le quedo tambien al sr. Toriyama que tenemos en nuestras manos una de esos trabajos irrepetibles, de una alegria contagiosa, que se puede disfrutar tengas 9 o 99 años (como los puzzles de Educa).

Soy consciente que solo habiendo leido el primero los 15 tomos de los que se compondra la serie es un poco precipitado ponerla por las nubes pero ya les digo que contagia entusiasmo y miren que es dificil hacerlo este dia de la semana precisamente, pues el subidón que me ha producido de camino al trabajo ha sido considerable. Gracias, Sr. Toriyama, por alegrarme tan gris dia.

¿Que nos encontramos en Dr. Slump? Aqui se narran las aventuras de un pequeño robot con forma de niña que se llama Arale y el mundo que la rodea, los habitantes de un pueblo muy especial llamado Villa Pingüino. El tono de este trabajo es una comedia bastante enloquecida que aun recurriendo a objetos y lugares comunes dentro de la tradición de la ciencia ficción, la fantasia ó, incluso , el terror no deja de sorprender en cada página. Es una mezcla de ingredientes tan única que todo parece nuevo y distinto. La verdad es que, opinión personal, hace falta caudales de talento para conseguir algo parecido. Supongo que Toriyama estaba en una buena época como creador y eso se nota.

En cuanto a la edición pues solo decir que los extras y notas de traducción dejan algo que desear y que la sobrecubierta es un poco gorrina. A lo mejor el gorrino soy yo, jajajaja. En fin, ninguno de estos detalles hace desmerecer la lectura ya que es un tamaño muy majete y la calidad de la impresión es bastante buena mostrandonos en todo su esplendor el trabajo gráfico del autor.

No sé que hacen leyendome a mi cuando podrian estar de camino a la libreria mas cercana para tirarse de cabeza a por este tebeo mayusculo. Si les apetece echarse unas buenas sonrisas, este es su tebeo.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Un tebeo de lo mas mono

Pues si. Tambien tenia otro chiste facil con la palabra "monada" incluido, si te lo estas preguntando. No es que este especialmente inspirado con eso de los titulos pero aqui lo que cuenta es el contenido (espero) y es intención de un servidor no defraudar en ello, mas que nada porque como acabaré enrollandome, al menos que la cosilla sea legible y minimamente entretenida.

Aprovecho este post para decirles que hoy he estado en un eroski y he visto que tienen mogollon de saldos de Norma rebajados de precio. Aprovechen sus visitas para hacer la compra de la semana o el mes para añadir alguna jugosa adquisición a sus comicotecas privadas ya que son de la epoca en la que la editorial contaba con el fondo de DC Comics y, como el tebeo que vamos a tratar, por tanto de su sello Vertigo.

Hace unos añejos estos mismos saldos se encontraban en sus VIPS mas cercanos y aqui el abajo firmante hizo acopio de todo lo que le podria haber interesado pero los desorbitados precios de la editorial le habian frenado inicialmente. Entre la oferta de procedencia americana de esta editorial, lo mas interesante para mi era el material del subsello Vertigo de DC Comics. No les quiero aburrir mucho pero como entre mis 3 lectores se encuentran gente no muy introducida en esto de los tebeos, permitanme que haga una pequeña introduccion.

DC Comics es la segunda editorial de tebeos mas importante de Estados Unidos. Perteneciente al conglomerado gigante del entretenimiento TimeWarner-AOL (Es propiedad de la Warner desde 1969), cuenta con los derechos de personajes tan conocidos como Batman, Superman, Wonder Woman, Flash ó Green Lantern pero en volumen de ventas ha sido superada desde hace decadas por su directa rival Marvel Comics (propietaria de Spiderman, Iron Man ó X-Men). Al contrario que esta ultima, siempre orientada y centrada en los superheroes, DC Comics siempre ha intentado ofrecer cierta diversidad en sus publicaciones y alentados por el relativo éxito de dos de sus series La Cosa del Pantano y Sandman, en 1993 crearon el sello Vertigo, un rincón aparte de su editorial para material orientado a un publico, en un principio, mas adulto y que suele tomar un riesgo creativo mayor que el grueso superheroil que compone sus ediciones.

Vertigo ha variado mucho desde sus inicios, donde se ofrecian versiones distintas de personajes semi-olvidados del universo DC como podia ser Shade, El Soldado Desconocido o la Doom Patrol hasta en la actualidad donde la variedad temática cubre un amplio espectro desde los comics bélicos (los War Stories de Garth Ennis), fantasia (Fabulas) o la ficción histórica (Northlanders) hasta la ciencia ficción con crítica social (DMZ), el western (Loveless) y la sordida novela negra (Scalped). Evidentemente que todas estas etiquetas que tan gratuitamente he puesto tienen su toque distintivo que aleja a las obras citadas de ser puramente eso (Amantes de la novela negra no me maten si alguna vez leen o han leido Scalped) pero era un intento de demostración al punto al que quería llegar, si es que en algun momento me voy a poner a hablar del tebeo que les queria comentar.

Pocas veces el sello Vertigo ha querido introducirse en el complicado y desagradecido mundo del humor, quizas sabiendo las dificultades que conlleva, como ejemplo de alguno de sus intentos solo me viene a la cabeza aquella simpatiquisima novela gráfica Bigg Time, realizada por Ty Templeton o la fenomenal Why I Hate Saturn de Kyle Baker. Esta obra que nos ocupa es un nuevo intento de lo que hizo famoso a Vertigo en un principio, la recuperación de unos personajes olvidados en clave de comedia.

Angel y el Mono es un duo de detectives de lo mas atípico cuya historia editorial, con el fin de no enrollarme aun mas, podeis buscar por la red de redes que, a buen seguro, esta documentadisima por personas mas expertas que yo. En esta re-presentación se trata de una pilingui de tomo y lomo y un gorila dibujante de comics. Los personajes secundarios que, de haber tenido exito el invento, hubieran aparecido habitualmente en la serie segun se puede ver en esta mini son el detective de policia enamorado de Angel y la diminuta secretaria, en abierto enfrentamiento con Angel.



El motor de la historia es un whodunnit o como se digan esas cosas. Un caso de asesinato de una despendolada modelo que nuestra pizpireta rubia y silencioso primate tienen que resolver con el fin de cobrar y en virtud de la justicia y la verdad. Vamos, que salen sospechosos hasta debajo de las piedras pero Angel, aunque preocupada por la busqueda del modelito perfecto para la boda de una amiga, no debe dejarse enredar ni distraer si quiere encontrar al verdadero culpable.

Seamos sinceros, en tanto en cuanto a una historia de crimen la cosa es bien simple y Howard Chaykin y David Tischman, el duo guionista, no son precisamente Mike Spillane pero cubren bien la papeleta. Nos presentan a los posibles asesinos (un tropelio de gente de lo mas variopinto) y van distribuyendo a lo largo de los 4 numeros de esta serie las distintas pistas que señalaran al verdadero culpable. En este aspecto tampoco es que se luzcan demasiado pero, en mi opinion, tampoco hacen aguas de manera descarada asi que por mi vale.

En cuanto a la parte comica de la historia, afortunadamente para la mente del lector no se centran demasiado en el aspecto de tener un simio de coprotagonista y la comedia reside mas en los personajes secundarios, la propia Angel y un cierto toque erotiquillo que desprenden muchas situaciones (genial el organigrama sobre el caso que dibuja Angel en una pizarra). No es que sea tronchante pero el resultado, una vez mas opinion personal, queda de lo mas simpatico sin tener que ver demasiado el mono de las narices, el cual sinceramente es lo que menos se luce de toda la historia. En este punto quiero comentar que, quizas los guionistas se vieron desbordados por sus propias pretensiones con respecto a la historia, los personajes y sus idiosincrasias y en muchos puntos se quedan un poco a medias. Ya les digo que si todo hubiera quedado mas redondo y equilibrado esto hubiera sido un exitazo tanto de critica como de ventas, ya que el mercado americano cubierto por las 2 grandes estaba y, creo yo, sigue estando muy necesitado de un titulo comico bien hecho de aparicion regular. Una verdadera pena en este sentido.

Centrandonos ahora en el departamento artistico no podian haberlo elegido mejor (gran trabajo del editor). Por un lado tenemos a Arthur Adams, experto y reputadisimo dibujante de simios (de hecho tiene una serie similar de creacion propia) y excelente portadista, que aqui no deja el liston nada bajo. A destacar la portada que incluyo en este post, la del numero 3 que es un flechazo a primera vista de su seguro servidor.

Para las páginas interiores tenemos a Phillip Bond, dibujante ingles bastante influenciado, a mi parecer, por Jamie Hewlett, creador de Tank Girl y miembro integrante, a parte de autor de su estetica, de Gorillaz. Con este referente se pueden imaginar que el tono comico le va como un guante y la historia se aprovecha bastante de ello. Ademas al chico se le ve bastante interesado en mostrar el lado mas pop de la vida de lentejuelas y lujo en el que discurre el caso en cuestión, dandole una imagen muy colorida al resultado. A mi es que Bond me gusta bastante y quizas parte de la puntuacion positiva final se deba a este factor. Una pena que ultimamente no se le vea tanto.

Concluyendo, una rara avis en el sello editorial del que se trata que no llega a entusiasmar del todo pero con los suficientes puntos positivos como para darle una oportunidad, sobre todo si lo encuentras tan barato como lo hice yo. Lo dicho, si la cosa hubiera quedado con mas lustre y se hubiera hecho una posterior serie mensual estoy seguro que nuestra vida seria mas divertida ya que tanto el combo guionista como el dibujante parecian ir cogiendole el tranquillo a la cosa segun se sucedian los numeros y teniendo en cuenta lo dificil que es el genero de la comedia ya es mucho.